Terminando de leer “O Diário de um mago” de Paulo Coelho donde comparte un extracto del libro “The Long Road to Joy” me hizo dar cuenta de la importancia que constantemente hablamos de apreciar el camino mientras lo recorremos, osea, de disfrutar los momentos mientras los estamos viviendo y no buscar o esperar una felicidad que vendrá en un futuro.
El resumen de un libro que es una meditación cotidiana:
1 – Ya has llegado. Por lo tanto, siente placer en cada paso y no te preocupes por las cosas que todavía tienes que enfrentar. No tenemos nada delante de nosotros, solo un camino por recorrer en cada momento con alegría. Cuando practicamos la meditación peregrina, siempre estamos llegando, nuestro hogar es el momento presente y nada más.
2 – Por esa razón, siempre sonríe mientras caminas. Incluso si tienes que forzarlo un poco y sentirte ridículo. Acostúmbrate a sonreír y terminarás feliz. No tengas miedo de mostrar tu satisfacción.
3 – Si crees que la paz y la alegría siempre están por delante, nunca lograrás alcanzarlas. Intenta entender que ambos son tus compañeros de viaje.
4 – Cuando caminas, estás masajeando y honrando la tierra. Del mismo modo, la Tierra está tratando de ayudarte a equilibrar tu organismo y tu mente. Comprende esta relación y trata de respetarla: que tus pasos tengan la firmeza de un león, la elegancia de un tigre y la dignidad de un emperador.
5 – Presta atención a lo que sucede a tu alrededor. Y concéntrese en su respiración: esto lo ayudará a deshacerse de los problemas y preocupaciones que tratan de acompañarlo en su viaje.
6 – Cuando caminas, no solo eres tú quien se mueve, sino todas las generaciones pasadas y futuras. En el llamado mundo “real”, el tiempo es una medida, pero en el mundo verdadero no existe nada más allá del momento presente. Sea plenamente consciente de que todo lo que ha sucedido y todo lo que sucederá está en cada paso que dé.
7 – Diviértete. Haz de la meditación peregrina un encuentro constante contigo mismo, nunca una penitencia en busca de recompensas. Que las flores y las frutas siempre crezcan en los lugares tocados por los pies.
Es un texto maravilloso, que nos recuerda el andar de nuestra vida con conciencia, despiertos y presentes en el presente, porque es nuestro mayor regalo. Disfrutando el momento, ser plenamente feliz y con actitud positiva es lo que nos hace al final de la vida que todo haya valido la pena. Que este viaje haya sido, uno lindo, de esos que se viven.
Espero que les haya gustado y puedan aplicarlo 🙂