Pequeños ciclos rechazados

Es importante aveces ponerse a pensar porque rechazamos algo, si realmente lo queremos hacer. Comenzar desmenuzando ese problema y descubrir lo que nos molesta, es el primer paso para poder encararlo y no dejar que agarre polvo. De lo contrario, lo descartamos y seguimos sin hacerlo.

Tendemos a estar en un nuestra zona de confort, cuyo ciclo tiene otros más pequeños en su interior. Por lo tanto, no solo una decisión grande nos hace quedar en nuestro confort de lo conocido y vivido, si no también, todas las pequeñas decisiones que tomamos a diario.

Desde que comencé este blog me planteer escribir por lo menos un post a la semana, después lo desplace a un post mensual. Ni siquiera llegué a ese objetivo en casi un año que esta on-line habiendo tenido un viaje que me gustaría publicar. Pensando en varias ideas que tenia en mente para escribir y con un objetivo mayor, que es escribir sobre lo que me gusta, y a lo que me quiero dedicar, me puse a pensar porque no escribía, qué me lo impedía, qué me causaba ese rechazo. No fue fácil hallar la respuesta, más si, fue fácil la solución. Las neuronas encontraron el camino para que pudiera solucionar eso que me molestaba y retomar la escritura, que es algo que me gusta.

Por lo tanto, lo segundo que podemos hacer es encontrar una respuesta. El por que de la molestia. Y luego la solución.

Por ejemplo, si te molesta desenfundar la guitarra cada vez que vas a practicar y eso ya genera un rechazo por el cual estas dejando de practicar, puedes dejarla fuera de la funda por siempre y tenerlo lo más a mano posible.

Aveces me suceden estas cosas y me gusta contarlas, no se si lo explico claro, o si a otros les ocurre, pero me molesta verme involucrado en este tipo de situaciones dónde me doy cuenta que podría haber accionado antes para continuar algo.

Espero aumentar desde ahora en adelante mi periodicidad en escribir por acá.

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