Hace unos días comencé a recibir felicitaciones en LinkedIn y no sabía de que se trataba, hasta que le pregunté a un amigo en los mensajes y me respondió que era porque cumplía 7 años en IBM. Tiempo que ha pasado en un abrir y cerrar de ojos porque he disfrutado mucho y me he aburrido bien poco. Se me ocurrió compartir con ustedes mi experiencia trabajando en una multinacional en dos países diferentes.
La dimensión: Una de las grandes ventajas de trabajar en una compañía tan grande es la posibilidad de ir cambiando de puesto de trabajo de forma dinámica, aprender y seguir cambiando. Es por eso que los 7 años no se sienten en absoluto, por más que estuve en el mismo equipo todo este tiempo. No tuve tiempo de aburrirme en ningún momento, siempre estuve aprendiendo y haciendo cosas diferentes. A veces me profesionalicé en hard skills y otras en soft, no siempre todo sucede al mismo tiempo, creo que siempre lo importante es disfrutar cada etapa y acompañarla de maduridad respetando su (mis) tiempos.
Personas increíbles: Ser curioso y querer ayudar en otras áreas más allá de las que trabajaba, me dió la posibilidad de conocer personas maravillosas de todo el mundo y me permitió tener un rol, el cual su foco pricinpal era relacionarse, por lo que seguí conociendo personas profesionales, de esas que te dan ganas de estar preparado para el siguiente proyecto. Aprender de cómo otros piensan, entender siempre que cada uno tiene una experiencia previa distinta, y adaptarte a culturas diferentes fueron algunos de los aprendizajes que más me llevo de las relaciones personales.
Estructuras: Imaginen que para que todo funcione de la forma más correcta posible, siendo tantos funcionarios alrededor del mundo, debe existir una estructura de funcionamiento sólida. Sólo entender eso puede llevarte meses enteros, y creo que es un pensamiento (o podría llamarlo mapa mental) que te da ágilidad de comprensión y te sirve para todas las áreas de la vida. Hablando con personas que no trabajaron en empresas grandes, me hizo entender que algunas de las cuestiones organizativas que uno ya cree obvia, en otras empresas no lo són.
Lo único constante es el cambio.
Idiomas: si bien cuando comenzé ya estaba certificado en inglés, el hablar todos los días con personas nativas, te hace ir perfeccionando para escribir/pensar rápido y no tener errores (porque son emails profesionales y uno es multitasking) y no olvidar. Además, nunca pensé aprender un tercer idioma en mi vida y ha sido algo brillante, lo sentí como si mi cerebro se expandiera por mil cuando comencé a realizar conexiones de palabras, cuando hablas con alguien sobre su procedencia y más cuando aprendes a hacer chistes. Tomé clases de portugués y también sigo hablando todos los días acá en Brasil. Ya se pueden imaginar el acento que tengo con toda la mezcla cultural. Cuando viajé a Copenhagen, Dinamarca aprendí algunas palabras de danés de la mano de mi amiga que vive allá y me encantaron.
Título universitario: si bien creo que lo aprendido en la facultad es de suma utilidad a vistas de tener una base y una disciplina que solo se aprende pasando por dichas instituciones, una vez comencé a trabajar aprendí a velocidad suprema para adapatarme a un ritmo y a una estructura que ya existe. Uno aporta su conocimiento para mejorar procesos y entregables, pero el aprendizaje de la facultad no es la foto completa del mundo laboral y tenerlo en cuenta te puede ayudar a tomar la decisión de hacer pasantias mientras te encuentres estudiando o simplemente saber que vas a tener que adaptarte rápido.
Adaptarse rápido: la única constante es el cambio y uno debe adaptarse rápido para lograr los mejores resultados. Aprendí a prestar mucha atención y entender lo que cambia, porqué y como debe adapatarse. No casarse con una opción o visión que no tiene sentido si no sirve para lograr los objetivos y estar dispuesto en actitud a cambiar, a salir de la zona de comfort de forma constante. Al final del día, todo es aprendizaje y es preferible hacer y equivocarse que no hacer.
Ser organizado y mantener una comunicación abierta: al trabajar con personas de todo el mundo y en distintos horarios, la práctica de organización es obligatoria si se quiere ganar agilidad, paz mental y estar alineados de forma constante. Que todos sepan donde estan los archivos, como seran guardados, donde se van a encontrar y que todos tengan los links y accesos correctos, es algo que aprendí desde muy temprano y es algo que te sirve hasta para tu vida personal. Si quieres ser digitalmente más organizado les recomiendo el Método Glean, de una amiga mía que los va a ayudar muchísimo.
Liderazgo: es uno de los aprendizajes que más valoro (y aún sigo aprendiendo) porque es una cuestión que a pesar de saber la teoría, es la práctica lo que más te enseña. Te pueden aparecer situaciones de todo tipo, pero siempre hay constantes como la empatía, la actitud y el trabajo en equipo que tienen que ser la base para resolver.
Ayudar siempre abre puertas: creo que este aprendizaje puede extraporlarse para todas las áreas de la vida, pero siempre me pasó que ayudar me abrió nuevas oportunidades, comenzando por relacionarme con nuevas personas, aprender de otras áreas de la compañía, hacer viajes y conocer personas de todo el mundo hasta organizar actividades increíbles que nunca pensé que podría llevar a cabo.
Estoy super agradecido con todas las personas que me enseñaron y ayudaron a crecer. Son seres de luz que uno nunca olvida, esté donde esté, y el agradecimiento es eterno.
Sigo trabajando, sigo aprendiendo y me sigo diviertiendo, por lo tanto seguramente este artículo evolucione y le agregue algunos nuevos items en el futuro.
Me encantaría escuchar de vos, ¿cuáles son los aprendizajes que más valoras de tu situación laboral actual u no actual? Deja en los comentarios 🙂